NUESTRA HISTORIA
1967
Nace Rafael Afonso como taller de mecánica
En su adolescencia, y tras trabajar en el campo durante algún tiempo, Rafael Afonso tiene su primer contacto con el mundo de la automoción al entrar a trabajar en un taller de mecánica. Su pasión por el mundo del motor le hace continuar con estas labores incluso al ingresar en aquel entonces en el servicio militar obligatorio. Al acabar su etapa militar, siguió dentro del mundo del motor, pero esta vez en un concesionario, un trabajo que le sirvió para darse cuenta de lo que realmente quería. No fue hasta después de un tiempo, en 1967, cuando Rafael Afonso decide emprender con un taller de mecánica para reparar vehículos. Comenzó en casa de sus suegros para, más tarde, trabajar en un solar prestado durante el día por un vecino de la calle Andenes, en el barrio de San Roque de la capital grancanaria.
1975
El taller amplía su superficie e incrementa el número de empleados
El sacrificio y tesón de Rafael Afonso hacen que consiga la solvencia económica suficiente para comprarse una casa para él y su familia de unos 90 m2, en la que también instala su taller de mecánica con la ayuda de su mujer, Consuelo Rodríguez. El negocio crecía a buen ritmo y su lugar de trabajo cada vez se le hacía más pequeño, por lo que el emprendedor canario se aventuró a adquirir en un primer momento un terreno de 150 m2 para, más tarde, comprar otro de 400 m2, también en el barrio de San Roque. Ya en 1975, y en vista del éxito de su taller en Las Palmas de Gran Canaria, Afonso decide instalar su negocio en Miller Bajo, un paso que le hizo prosperar aún más. En esta nueva etapa, la superficie de su taller era de 637 m2 y el número de empleados se había multiplicado hasta superar la decena. Rafael Afonso, por ese entonces, ya había conseguido que su taller fuese uno de los más importantes de Gran Canaria.
1982
Comienza la venta de marcas conocidas y de vehículos de ocasión
Después de afianzar su negocio como un reconocido taller de mecánica e importador de recambios, Rafael Afonso decide seguir creciendo y proponerse nuevos retos. Después de 14 años centrándose en la reparación de los coches, en 1982, la empresa Rafael Afonso amplía fronteras y da un nuevo impulso con la venta de vehículos de marcas reconocidas internacionalmente, como Renault. En este momento, uno de los hijos de Rafael Afonso, un joven Leocadio, se introduce en el mundo de la mecánica ayudando en la empresa de su padre durante los veranos. En paralelo a la venta de nuevos vehículos, la organización también apuesta por la venta de vehículos de ocasión, un servicio casi inexistente por aquel entonces en la Isla.
1991
La empresa Rafael Afonso se convierte en concesionario
La llegada de las marcas y su éxito obliga a Afonso a extender su superficie de negocio, primero comprando una parcela de 750 m2 y, más tarde, una nave de más de 1.000 m2 en la zona de los Tarahales para la exposición y preparación de estos vehículos en venta. Nueve años después de que comenzara con la venta de vehículos, en 1991, la organización pasa a ser concesionario directo de Renault, convirtiéndose en Rafael Afonso S. L.
1994
La superficie de negocio de Rafael Afonso sigue creciendo
Rafael Afonso S. L. ya no es conocido en Canarias solo por ser uno de los talleres más grandes de mecánica, sino por la venta de vehículos, por lo que requiere cada vez de más espacio para sus servicios. La organización llega a comprar otra nave en las proximidades de los talleres en la calle Eufemiano Fuentes Cabrera (Miller Bajo, Las Palmas de Gran Canaria) como ampliación dada la creciente demanda del servicio posventa. Esto hace que en 1994, casi 30 años después de que un joven Rafael Afonso empezase con un taller casero, el negocio de su organización ocupe alrededor de 15.000 m2 en diferentes instalaciones de la capital grancanaria y aumente la familia en número de empleados.
2010
Leocadio Afonso asume la dirección general
Después de haber logrado todo lo que se propuso y construir desde cero una de las organizaciones más conocidas del mundo de la automoción en Canarias, Rafael Afonso fallece en el año 2010, dejándole el relevo a su hijo Leocadio Afonso, quien desde hace algún tiempo ya se encargaba del área de Ventas de la empresa. Leocadio tan solo pudo hacer lo que su padre le había enseñado: trabajar con sacrificio, pasión y constancia. La empresa se encontraba ya en las instalaciones de la calle Luis Correa Medina, donde además ya contaba con una nueva que se unió al Grupo en 2005, Dacia. Años más tarde, en 2013, llegó también Mazda, ampliando así su variedad de marcas de vehículos. Ese mismo año 2013 además se ampliaron las fronteras de la empresa y pasó de ámbito local a regional tras abrir sus primeras instalaciones en la isla de Tenerife Leocadio no sólo cuidó desde el primer momento del legado que había dejado su padre, sino que también lo hizo crecer.
2023
Comienza la nueva era del Grupo Rafael Afonso
Leocadio Afonso encuentra satisfacciones, pero también dificultades al mando de la empresa. Sin embargo, lejos de que las piedras en el camino lo frenen, el director general del Grupo Rafael Afonso decide buscar soluciones. Para ello, pone el foco en el futuro, en nuevas marcas que destacan por su tecnología e innovación, pero que no dejan atrás los factores fundamentales que debe tener un buen vehículo: la comodidad y la seguridad. En este sentido, apuesta por marcas asiáticas como Jaecoo, Yoyo, Seres, Evo o DFSK. Además, refuerza la apuesta por el mercado de vehículos de ocasión. Es en este año cuando se produce uno de los grandes hitos de la compañía, ya que se convierte en el primer concesionario de España en recibir la marca Omoda, también de origen asiático. La reposición de nuevas marcas a su catálogo va acompañada de una renovación en su identidad corporativa, con un enfoque moderno, dinámico y con tonalidades que aportan energía; así como de un aumento de su presencia en redes sociales. Actualmente, el Grupo cuenta con cerca de un centenar de empleados y sigue apostando por crecer y mirar al futuro.
1967
Nace Rafael Afonso como taller de mecánica
En su adolescencia, y tras trabajar en el campo durante algún tiempo, Rafael Afonso tiene su primer contacto con el mundo de la automoción al entrar a trabajar en un taller de mecánica. Su pasión por el mundo del motor le hace continuar con estas labores incluso al ingresar en aquel entonces en el servicio militar obligatorio. Al acabar su etapa militar, siguió dentro del mundo del motor, pero esta vez en un concesionario, un trabajo que le sirvió para darse cuenta de lo que realmente quería. No fue hasta después de un tiempo, en 1967, cuando Rafael Afonso decide emprender con un taller de mecánica para reparar vehículos. Comenzó en casa de sus suegros para, más tarde, trabajar en un solar prestado durante el día por un vecino de la calle Andenes, en el barrio de San Roque de la capital grancanaria.
1975
El taller amplía su superficie e incrementa el número de empleados
El sacrificio y tesón de Rafael Afonso hacen que consiga la solvencia económica suficiente para comprarse una casa para él y su familia de unos 90 m2, en la que también instala su taller de mecánica con la ayuda de su mujer, Consuelo Rodríguez. El negocio crecía a buen ritmo y su lugar de trabajo cada vez se le hacía más pequeño, por lo que el emprendedor canario se aventuró a adquirir en un primer momento un terreno de 150 m2 para, más tarde, comprar otro de 400 m2, también en el barrio de San Roque. Ya en 1975, y en vista del éxito de su taller en Las Palmas de Gran Canaria, Afonso decide instalar su negocio en Miller Bajo, un paso que le hizo prosperar aún más. En esta nueva etapa, la superficie de su taller era de 637 m2 y el número de empleados se había multiplicado hasta superar la decena. Rafael Afonso, por ese entonces, ya había conseguido que su taller fuese uno de los más importantes de Gran Canaria.
1982
Comienza la venta de marcas conocidas y de vehículos de ocasión
Después de afianzar su negocio como un reconocido taller de mecánica e importador de recambios, Rafael Afonso decide seguir creciendo y proponerse nuevos retos. Después de 14 años centrándose en la reparación de los coches, en 1982, la empresa Rafael Afonso amplía fronteras y da un nuevo impulso con la venta de vehículos de marcas reconocidas internacionalmente, como Renault. En este momento, uno de los hijos de Rafael Afonso, un joven Leocadio, se introduce en el mundo de la mecánica ayudando en la empresa de su padre durante los veranos. En paralelo a la venta de nuevos vehículos, la organización también apuesta por la venta de vehículos de ocasión, un servicio casi inexistente por aquel entonces en la Isla.
1991
La empresa Rafael Afonso se convierte en concesionario
La llegada de las marcas y su éxito obliga a Afonso a extender su superficie de negocio, primero comprando una parcela de 750 m2 y, más tarde, una nave de más de 1.000 m2 en la zona de los Tarahales para la preparación y almacenamiento de estos vehículos en venta. Nueve años después de que comenzara con la venta de vehículos, en 1991, la organización pasa a ser concesionario directo de Renault, convirtiéndose en Rafael Afonso S. L.
1994
La superficie de negocio de Rafael Afonso sigue creciendo
Rafael Afonso S. L. ya no es conocido en Canarias solo por ser uno de los talleres más grandes de mecánica, sino por la venta de vehículos, por lo que requiere cada vez de más espacio para sus servicios. La organización llega a comprar otra nave en las proximidades de los talleres en la calle Eufemiano Fuentes Cabrera (Miller Bajo, Las Palmas de Gran Canaria) como ampliación dada la creciente demanda del servicio posventa. Esto hace que en 1994, casi 30 años después de que un joven Rafael Afonso empezase con un taller casero, el negocio de su organización ocupe alrededor de 15.000 m2 en diferentes instalaciones de la capital grancanaria y aumente la familia en número de empleados.
2010
Leocadio Afonso asume la dirección general
Después de haber logrado todo lo que se propuso y construir desde cero una de las organizaciones más conocidas del mundo de la automoción en Canarias, Rafael Afonso fallece en el año 2010, dejándole el relevo a su hijo Leocadio Afonso, quien desde hace algún tiempo ya se encargaba del área de Ventas de la empresa. Leocadio tan solo pudo hacer lo que su padre le había enseñado: trabajar con sacrificio, pasión y constancia. La empresa se encontraba ya en las instalaciones de la calle Luis Correa Medina, donde además ya contaba con una nueva que se unió al Grupo en 2005, Dacia. Años más tarde, en 2013, llegó también Mazda, ampliando así su variedad de marcas de vehículos. Ese mismo año 2013 además se ampliaron las fronteras de la empresa y pasó de ámbito local a regional tras abrir sus primeras instalaciones en la isla de Tenerife Leocadio no sólo cuidó desde el primer momento del legado que había dejado su padre, sino que también lo hizo crecer.
2023
Comienza la nueva era del Grupo Rafael Afonso
Leocadio Afonso encuentra satisfacciones, pero también dificultades al mando de la empresa. Sin embargo, lejos de que las piedras en el camino lo frenen, el director general del Grupo Rafael Afonso decide buscar soluciones. Para ello, pone el foco en el futuro, en nuevas marcas que destacan por su tecnología e innovación, pero que no dejan atrás los factores fundamentales que debe tener un buen vehículo: la comodidad y la seguridad. En este sentido, apuesta por marcas asiáticas como Jaecoo, Yoyo, Seres, Evo o DFSK. Además, refuerza la apuesta por el mercado de vehículos de ocasión. Es en este año cuando se produce uno de los grandes hitos de la compañía, ya que se convierte en el primer concesionario de España en recibir la marca Omoda, también de origen asiático. La reposición de nuevas marcas a su catálogo va acompañada de una renovación en su identidad corporativa, con un enfoque moderno, dinámico y con tonalidades que aportan energía; así como de un aumento de su presencia en redes sociales. Actualmente, el Grupo cuenta con cerca de un centenar de empleados y sigue apostando por crecer y mirar al futuro.